¿Sabes lo mal que se pasa?


No, seguro que no.Tu no lo has vivido en tus carnes. Frio, lluvia, viento, días malos, muy malos, en los cuales no sabes donde meterte.
El día se hace interminable, los minutos son horas, el reloj no corre a tu favor sino todo lo contrario.
Algunos ya están acostumbrados a ese tipo de vida, e incluso se lo toman como un mal menor.
Se acuestan por la noche y caen rendidos al sueño por cansancio, otros muchos por el alcohol y las drogas, así se enteran menos del sufrimiento que esto les acarrea.
¿ Donde duermen ? En cualquier sitio. En verano después de todo no se esta tan mal, pues incluso es un alivio en los días de calor. Pero... ¿y en invierno? En invierno es diferente. El frio, el viento y la lluvia hacen que tengas que dormir bajo un techo a la fuerza.
Unos duermen bajo el Balneario de La Caleta. En su día, no hace mucho tiempo, un servidor también durmió allí. Otros se meten en casas abandonadas, en los cajeros de los bancos, etc.
¿Y ahora me pregunto yo? Cuando escuchas hablar al Rey y a los políticos de España sobre la Constitución y la sociedad y el estado del bienestar del que gozamos en nuestro país...¿de que parte del pueblo están hablando?
ENGAÑOS, MENTIRAS, PROMESAS INCUMPLIDAS.Asi nos luce el pelo en este maravilloso pais en el que vivimos.
Miki

Musica en la calle. 1

Hemos iniciado un nuevo proyecto en nuestro blog: buscar músicas que nos hablan de las personas sin  hogar o que relacionamos con su realidad, con sus sentimientos y vivencias, para insertarlas aquí, compartirlas y comentarlas.
Iniciamos la serie con la "Balada del Tolito" del gran Joaquín Sabina, dedicada precisamente a las personas sin hogar.
Aunque nos preguntamos -y te preguntamos a tí- si la canción refleja fielmente la vida de estas personas o tal vez aparece demasiado "idealizada".

¿Tu qué piensas?


(Déjanos tu comentario)

El cuento de las nécoras

Me contaron una vez una anécdota muy curiosa, que quizá a algunos os suene a cuento, de los de Bucay…

Estaban en la olla… con agua por la mitad; de repente, empezaron a sentir un calorcito proveniente del fondo…
-Oye, que esto se calienta mucho
-Pues sí, ¡parece que empieza a quemar!
-Pues yo no me quedo a ver cómo sigue…
Y, con todas sus ganas, una de las nécoras empezó a subir por las paredes, buscando la salida… Pero, para su sorpresa, sus compañeras empezaron a tirar de su caparazón y de sus patas, impidiéndole ascender
-Pero, ¿qué hacéis? ¡Que nos vamos a cocer aquí dentro!
-“Si yo no puedo salir, ¡tú tampoco!”Contestaron al unísono las cuatro de abajo

Si has vivido en la calle, seguro que te suena la historia; no de las nécoras, sino DE LOS QUE TE RODEABAN. Precisamente, esta mañana he tenido la repugnante oportunidad de escuchar “por casualidad” (gracias, Cristo, por las casualidades) a dos PSH’s criticando a los “cuatro comep… que siempre se quedan en el albergue” y añadió el más lanzado “y uno de ellos lleva más de un año”…
Gracias, Luz y Sal; Gracias, Caballeros Hospitalarios; Gracias, Albergue Municipal; Gracias, a todos los que nos estáis ayudando: voluntarios, monjas, profesionales, psicólogos, asistent@s y trabajador@s sociales; con todo mi corazón, y puedo probar que me están saliendo lágrimas de los ojos, que no puedo contener…
Si tengo que aguantar los insultos, ¡Gracias a Todos!... Si me miran con desprecio, ¡Gracias a Todos!
No fue un año, sino 10 meses; no fueron fáciles, lo puedo probar… Y ya no estoy en el albergue, porque (y de esto os podéis poner medallas, porque os las merecéis) he recuperado a mi familia; no sé lo que sucederá mañana, pero tengo mucha ilusión en que, aunque los cangrejos me tiren pa`bajo, vuestro apoyo, vuestro ánimo, vuestra paciencia y la de Dios, me arrancará otra vez de sus pinzas, y la depresión no podrá conmigo… Una vez más, ¡ G R A C I A S !

Rómulo Vidal