LA NAVIDAD EN LA CALLE.

Estimados amigos y amigas:
en estas primeras lineas me gustaria felicitar a todos los seres vivos del planeta por estas navidades, asi como a aquellas personas sin techo.
Es que son dias de estar en casa, pero ¿qué casa?, con la familia, pero ¿qué familia?, con amigos, pero ¿qué amigos?.
Va para los solitarios y sus buenos recuerdos en estos mismos días de fiestas navideñas, arriconaitos en una esquina de frio (¡toma fiestas y toma año nuevo!).
Es lamentable que en estos dias de navidad estemos como estamos, que si unos vamos a casas de acogida, que si otros a comunidades terapeuticas, que otros, al haber conseguido recursos propios, se meten en habitaciones de alquiler...
Bueno, al menos este grupo de individuos lo pasará calentito en una cama, que falta nos hace, y con sus recuerdos. Qué bonito: unos recogidos y otros en la calle con su frio.
Eso está precioso, vamos, un escandalo, horroroso. No lo areglan ni las campañas de Caritas, que en estos dias está celebrando el dia de los sin techo, de los sin hogar.
Alguien, por favor, un protector, un padrino alguien que se sensibilice, con recursos economicos, que eche una mano.
La verdad, le agradecerian ese gesto -o detalle- para algo caliente.
Felicidades, señor o señora por esa acción, y al mundo happy christmas 2012.

Un redactor del grupo

Ah! y a los lectores de este blog, también Feliz Navidad!

Personas... como tú

Erase una vez... alguien como yo.
Un hombre nacido en Cádiz, en los 60 del siglo pasado.
Al quedarme solo sin mis padres y por circunstancias de la crisis que estamos pasando, me encontré con el mismo problema que muchos ciudadanos.
Algunos piensan que el que está en la calle sin techo es por alguna equivocación y critican al indigente, piensan que es un borracho o un drogadicto.
Pero no piensan que detrás de esa persona hay alguien que lucha, todos o casi todos los días, por sus derechos como persona humana.
Vaya mi aplauso para aquellas personas que están sin techo.
Con la atmósfera, dura y cruel, del invierno. Bajo la lluvia y el frio, sin saber que hacer, donde meterse.
Con el desamparo y la desolación de quedarte solo, sin nada.
Yo sufro por los que se quedan esperando a la limosna de los transeuntes, en vez de luchar y llamar a las puertas correctas.
Mi situación y mi caracter ha cambiado completamente y veo las cosas desde otra perspectiva desde que encontré el apoyo del Centro Luz y Sal.
Después del seguimiento personal logré entrar.
Pero quiero darles mi ánimo en esta lamentable situación que comparto, aunque yo lleve un tiempo en el centro y me siento otro hombre.
Atentamente, uno más de los que veis en la calle sin techo.

¿Sabes lo mal que se pasa?


No, seguro que no.Tu no lo has vivido en tus carnes. Frio, lluvia, viento, días malos, muy malos, en los cuales no sabes donde meterte.
El día se hace interminable, los minutos son horas, el reloj no corre a tu favor sino todo lo contrario.
Algunos ya están acostumbrados a ese tipo de vida, e incluso se lo toman como un mal menor.
Se acuestan por la noche y caen rendidos al sueño por cansancio, otros muchos por el alcohol y las drogas, así se enteran menos del sufrimiento que esto les acarrea.
¿ Donde duermen ? En cualquier sitio. En verano después de todo no se esta tan mal, pues incluso es un alivio en los días de calor. Pero... ¿y en invierno? En invierno es diferente. El frio, el viento y la lluvia hacen que tengas que dormir bajo un techo a la fuerza.
Unos duermen bajo el Balneario de La Caleta. En su día, no hace mucho tiempo, un servidor también durmió allí. Otros se meten en casas abandonadas, en los cajeros de los bancos, etc.
¿Y ahora me pregunto yo? Cuando escuchas hablar al Rey y a los políticos de España sobre la Constitución y la sociedad y el estado del bienestar del que gozamos en nuestro país...¿de que parte del pueblo están hablando?
ENGAÑOS, MENTIRAS, PROMESAS INCUMPLIDAS.Asi nos luce el pelo en este maravilloso pais en el que vivimos.
Miki

Musica en la calle. 1

Hemos iniciado un nuevo proyecto en nuestro blog: buscar músicas que nos hablan de las personas sin  hogar o que relacionamos con su realidad, con sus sentimientos y vivencias, para insertarlas aquí, compartirlas y comentarlas.
Iniciamos la serie con la "Balada del Tolito" del gran Joaquín Sabina, dedicada precisamente a las personas sin hogar.
Aunque nos preguntamos -y te preguntamos a tí- si la canción refleja fielmente la vida de estas personas o tal vez aparece demasiado "idealizada".

¿Tu qué piensas?


(Déjanos tu comentario)

El cuento de las nécoras

Me contaron una vez una anécdota muy curiosa, que quizá a algunos os suene a cuento, de los de Bucay…

Estaban en la olla… con agua por la mitad; de repente, empezaron a sentir un calorcito proveniente del fondo…
-Oye, que esto se calienta mucho
-Pues sí, ¡parece que empieza a quemar!
-Pues yo no me quedo a ver cómo sigue…
Y, con todas sus ganas, una de las nécoras empezó a subir por las paredes, buscando la salida… Pero, para su sorpresa, sus compañeras empezaron a tirar de su caparazón y de sus patas, impidiéndole ascender
-Pero, ¿qué hacéis? ¡Que nos vamos a cocer aquí dentro!
-“Si yo no puedo salir, ¡tú tampoco!”Contestaron al unísono las cuatro de abajo

Si has vivido en la calle, seguro que te suena la historia; no de las nécoras, sino DE LOS QUE TE RODEABAN. Precisamente, esta mañana he tenido la repugnante oportunidad de escuchar “por casualidad” (gracias, Cristo, por las casualidades) a dos PSH’s criticando a los “cuatro comep… que siempre se quedan en el albergue” y añadió el más lanzado “y uno de ellos lleva más de un año”…
Gracias, Luz y Sal; Gracias, Caballeros Hospitalarios; Gracias, Albergue Municipal; Gracias, a todos los que nos estáis ayudando: voluntarios, monjas, profesionales, psicólogos, asistent@s y trabajador@s sociales; con todo mi corazón, y puedo probar que me están saliendo lágrimas de los ojos, que no puedo contener…
Si tengo que aguantar los insultos, ¡Gracias a Todos!... Si me miran con desprecio, ¡Gracias a Todos!
No fue un año, sino 10 meses; no fueron fáciles, lo puedo probar… Y ya no estoy en el albergue, porque (y de esto os podéis poner medallas, porque os las merecéis) he recuperado a mi familia; no sé lo que sucederá mañana, pero tengo mucha ilusión en que, aunque los cangrejos me tiren pa`bajo, vuestro apoyo, vuestro ánimo, vuestra paciencia y la de Dios, me arrancará otra vez de sus pinzas, y la depresión no podrá conmigo… Una vez más, ¡ G R A C I A S !

Rómulo Vidal

El caracter no se regala

Nos meten porquería en la cabeza. Buscan un actor de prestigio para inducirnos a beber. Nos venden caracter. Nos dicen que el alcohol sirve para relacionarse y formar parte del grupo social.
Aunque nos ocultan el aliento y el higado de ese hombre, después de beberse la botella. Y nos ocultan  también que cuando estás borracho la sociedad te rechaza.
A Hacienda le conviene este juego. Y a los fabricantes de bebidas también.
Si el alcohol se inventara hoy, no pasaría los filtros del mercado, por ser un producto dañino.

Esta otra imagen no es tan bonita, no tiene tanto glamour. No son artistas de Hollywood, sino personas sin hogar que se juntan alrededor de un cartón de vino, con miedo de la gente y miedo a la soledad. El alcohol les hace olvidar su realidad y les duerme los sentidos. Pero también les hace perder la voluntad, su cerebro tiene una respuesta automática: ya no beben por placer, ni por relacionarse con otras personas, sino para no sufrir.
Boquerón

Parece Mentira, Pisha...

Ésto es lo que solemos exclamar cuando nos enteramos que uno de los que se recuperaron y empezaron una nueva vida, vuelve a caer... Nos parece algo tan lejano, algo tan irreal, casi imposible de creer... "Yo no volveré a caer" afirmamos con seguridad... ¿SEGURIDAD?
En la Biblia, uno de los libros que más sabiduría aporta a la humanidad, leemos: 1Corintios 10:12 "Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga". En el budismo, Marâ (el maligno) desvía del camino espiritual tentando al que quiere purificarse (asceta) a realizar sacrificios, beneficiarse de ellos y caer en la auto-indulgencia.
La autoindulgencia consiste en ser comprensivo con uno mismo, justificando las propias flaquezas, cobardías, perezas, inacciones, concesiones y debilidades varias. "Como nadie es perfecto, todos incurrimos en esas cosas varias veces al día"; pero lo realmente peligroso es negar que es así, o no tratar de mejorar.
Siempre hay una buena excusa para el autoindulgente, algo más poderoso que su propia determinación, que explica los problemas, los defectos, los retrasos ...
En definitiva, EXCUSAS.
El único camino hacia la curación completa de las adicciones, es reconocer que no estamos curados, que necesitamos tratamiento, apoyo de otras personas, e incluso de instituciones, profesionales y, primero que todo, de cariñosos amigos...
Aunque parezca pesimista, no lo soy en absoluto: lo que sí reconozco es que en el oscuro rincón de la depresión y la auto compasión, debemos inmediatamente encender la antorcha de la confesión y la petición de ayuda.
En "Alicia en el País de las Maravillas" hay una figura que recuerdo con mucho cariño muy a menudo: Tal vez recuerden que ella llegó a una encrucijada con dos caminos que la llevaban adelante, pero en direcciones opuestas. Ahí se enfrenta al gato de Cheshire, al que pregunta: “¿Qué camino debo seguir?”.
El gato le responde: “Eso depende de a dónde quieras ir. Si no sabes a dónde quieres ir, no tiene importancia cuál de los caminos tomes”.
Pero nosotros sí sabemos el camino que queremos tomar: el de la nueva vida, el de la oportunidad aprovechada, el del triunfo del día-a-día.
A todos los que lamentan la recaída de un querido amigo, ¡ANIMO! No seamos indulgentes, pero sí estemos esperando con los brazos abiertos a que quiera volver a vivir... Si tienes fe, ruega a Dios por él/ella; confía en que la fuerza infinita del universo le impulsará a recuperarse y volver a tener ese entusiasmo que le llevó a dejar todo lo malo y desear algo mejor.
Y, sobre todo, recordemos que NINGUNO está libre de caer; que el adversario de nuestra alma está esperando como león rugiente; ¿sabes para qué ruge un león? Para alejar de su territorio a posibles competidores que le arrebaten su comida...
Amig@: si escuchas rugir al león, grita tú mas fuerte, pidiendo ayuda.
Un abrazo.

Rómulo Vidal

En una palabra

Ese día estábamos, alrededor de la mesa, Andrés, Antonio, Juan Antonio y Santi.
Comentábamos lo que ha significado este blog, Una Mirada en la Calle, lo que debemos cambiar y mejorar para el futuro.
Alguién dijo que el blog nos servía para contarle a la gente lo que significa "vivir en la calle", e iniciamos una ronda: ¿Qué significa "vivir en la calle"? ¿Cómo se lo explicaríamos -con una sola palabra- a quienes no han pasado por esa experiencia?
Soledad. En eso coincidíamos todos. La calle es, sobre todo, soledad. En medio de la multitud que pasa, pero te evita con la mirada, eres invisible y estás solo.
Soledad y aislamiento. Tus relaciones se han roto. El alcohol, las drogas, el fracaso, los errores, los golpes de la suerte y de la vida... rompieron nuestros lazos con la pareja, con la familia, con los amigos, con nuestro entorno.
Y, en medio de la soledad, es fácil encerrarse en uno mismo, aislarse de todo, vivir en una burbuja.
El alcohol y las drogas son a veces la causa, otras veces son la consecuencia de la calle. Es difícil mantenerse cuerdo, sobrio y fuerte cuando solo tienes la calle.
Desesperación, desesperanza... parece que se cierran todas las puertas, que no hay salida, que uno está condenado a vivir al margen, en la calle, solo.
Miseria, hambre, frio... tristeza.
Si, también coincidíamos en la tristeza.
A veces, comentábamos, te cruzas con compañeros de la calle a quienes les preguntas y te dicen: "¡Muy bien! ¡Estoy de lujo! ¡Libre, sin ataduras, haciendo lo que quiero!". Pero quienes lo hemos vivido sabemos que vivir en la calle es, las más de las veces, muy triste y alimenta la tristeza en el alma.
Por eso, también, es tan fácil ceder a la tentación de evadirse, de escaparse -aunque sea por un momento- con el alcohol o con las drogas. Pero luego llega la resaca. Y con ella vuelve siempre la soledad y la tristeza.
Salir de la calle no es fácil, como muchas personas creen. Exige decisión, esfuerzo, compromiso con la vida, con uno mismo.
Se requiere ayuda -como en tantas otras situaciones de la vida- pero sobre todo depende de cada cual. Tienes que querer. Querer tener una vida propia, una casa, un trabajo... pero también una familia, amigos... querer reconstruir la red de relaciones que nos conectan con el mundo.
Pero, de todo eso, hablaremos otro día.
Fernando

Retrato Anónimo

Dándole vueltas a mi mente e indagando en el fondo de mi ser, he llegado a mi alma para que mi mano no tiemble al escribir esta historia.
Desde pequeño empecé a investigar, queriendo o sin querer... ¿qué era el tabaco?¿que se sentía con el alcohol?
Empecé observando como fumaban los otros. Y, con amigos de mi infancia, primero aprendimos a fumar, luego a liar porros, y ya avanzando de edad, observamos a donde llegamos y qué sentíamos tomando otras drogas más fuertes.
Cada vez se sentía uno mejor y a la vez peor, por las consecuencias de aquellas drogas.
Mi mente empezó a desarrollarse, a buscar otros caminos. Me gustaban las experiencias, las cosas raras, indagar, conocer mundo.
Vivía en un pequeño pueblo de 1000 habitantes, lo que hacía que sintiera más ganas de conocer mundos nuevos.
Así que un día que había bebido en exceso empecé a dar vueltas y vueltas por todo el pueblo, y en mi mente se fijo una idea: "no digas nada a nadie, ¡vete!"
Pasaba por la puerta de único sacerdote que había en el pueblo y no me lo pensé.
Llamé a la puerta y al cabo de unos segundos se abrió la puerta, se asomó el cura y me dijo: -¡Hombre... qué de tiempo sin verte! Pasa.
Entré. Me sentía como en casa pues había ido a visitarlo otras veces para escuchar música. Era un cura muy cercano con todo el pueblo.
-¿Qué te trae por aquí?-me dijo-.
Le dije que estaba harto, que estaba bebiendo mucho, que no era buena la vida que estaba llevando, que quería cambiar.
-Y ¿qué vas a hacer?-me preguntó-.
-Tengo un hermano en Guipuzcoa -le dije- hace tiempo que no nos vemos y me gustaría verlo. Dice que allí hay trabajo para mi. Tengo su dirección y lo tengo todo planeado, pero me hacen falta tres mil pesetas para llegar.
-¿Tu estás seguro de lo que quieres hacer? Con tantos atentados de la ETA, aquello es muy peligroso.
-Estoy decidido, mañana va una familia para Alemania, y dicen que me pueden llevar en su coche hasta un pueblo muy cercano.
Entonces, él, en silencio, se levantó, cogió un libro de la biblioteca, lo abrió y dentro tenía algún dinero. Sacó tres mil pesetas y me las dió.
-Ten cuidado -me dijo-.
-Muchísimas gracias, padre. Se las devolveré.
-No te preocupes, y mucha suerte.
Salí de allí y fuí a buscar a mi padre, a donde estaba trabajando. Le dije:
-Papá, me voy a Guipuzcoa.
El, cabizbajo, me dijo:
-Ten mucho cuidaito.
Le dí un beso y me fuí.
Mi madre era más llevadera que mi padre, pero no quería que me fuera, y me lo repetía una y otra vez. Pero, al final, ella sabía que dijera lo que dijera yo me iría. Y así lo hice.
A las 8 salimos del pueblo, en el coche de aquella familia que se iba a Alemania. Con mi bolso y con tres mil pesetas empezó mi primera aventura.
Paramos de madrugada para tomar café y que descansara el conductor, antes de cruzar Madrid, a una hora en que no había tráfico.
En Burgos hicimos otro descanso y ya no paramos hasta un pueblo cerca de Vergara.
Allí me bajé y quería aportar algo de dinero, pero no me lo aceptaron.
-Buen viaje, y cuidado con la carretera -les despedí-.
Y allí me encontraba, en la otra punta de España. Todo era extraño y lo unico que tenía era una dirección apuntada en un papel, pero me sentía feliz.
Fuía a una parada de taxi y me cobraron quinientas pesetas por llevarme hasta Vergara. El taxi me dejó a las puertas de un bar llamado La Parra.
Todos me miraron cuando entré con mi maleta y pedí una cerveza.
-¿Cuando viene por aquí Manolo, uno que está cortando montes? -pregunté-.
Cuatro o cinco personas empezaron a hablar a la vez:
-Si hombre, Manolo el andaluz, que está con Miguel -dijo uno, al que se le notaba un fuerte olor a alcohol- ¿de qué le conoces?
-Es mi hermano -respondí, y todos volvieron a mirarme- ¿Donde podría dejar la maleta hasta que venga?
Una chica gallega, que me había servido la cerveza, se acercó a mi con ojos pícaros y sonrisa provocadora y me dijo:
-Yo lo conozco, siempre está cantando y bailando, le gusta el cachondeo y bebe hasta por los codos. Ven, yo te guardaré la maleta.
Cuando llegó mi hermano se puso muy contento y empezamos a celebrar el encuentro. Cuando llevábamos un rato, venga a beber y beber, me pregunté: "¿Donde me he metido yo? Buscaba otra cosa y, al final, otra vez borracho".
Estuve un tiempo en Guipuzcoa cortando pinos y en verano en Santander, cortando eucaliptos.
En aquellos tiempos se ganaba un dineral, pero no servía para nada. Siempre bebiendo, con la bota llena, cuando trabájamos y cuando no trabajábamos.
Llegamos a beber una garrafa de dieciseis litros en menos de cuatro días.
Estábamos entonces en un monte de la Papelera Española, en Durango, a siete kilómetros del pueblo más cercano. Solo habia cerca, a tres kilometros, un caserío donde vivía una familia muy amable. Allí cogíamos el pan cada dos días y llegaba un landrover con el suministro de víveres para la semana. Cuando llegaba el suministro, lo primero de lo echábamos mano era de las botellas de coñac y de anis, y del tabaco.
Los domingos parábamos para descansar, y todavía bebíamos más.
Estuve algún tiempo trabajando con ellos, pero no tuve más remedio que irme. Un día, en mitad de la faena, dije:
-Voy a la cabaña un momento.
Cogí un poco de ropa y dinero y me fuí andando hacia el pueblo más cercano. Y mi camino empezó de nuevo.
Después de recorrer todo el Pais Vasco decidí irme a Santander ¡No aguantaba más!
Estibé madera de los montes, unas veces a mano y otras con maquina.
Allí conocí a otras personas de las mismas condiciones: drogas, alcohol, etc.
Y pronto me cansé de las mismas historias.
Era la Feria de Bilbao y no me lo pensé. Cogí veinte mil pesetas, y me fuí con mi mochila, algo de ropa y una manta para dormir.
Pero allí todo era más de lo mismo, y no podía matar ese gusanillo que llevaba dentro y que me hacía beber cada día más.
Empecé a dar vueltas e iba conociendo personas con mochila como yo, en una plaza, en un parque... siempre me juntaba con alguno. Hippies, rockabilly, punk... cada uno se identificaba con sus músicos favoritos. Yo me identificaba con el flamenquito.
Cada uno se buscaba la vida a su estilo, como podía: haciendo malabares, con el diabolo, pidiendo a la gente...




Juan Sofío
(Próximo capítulo: "La vuelta a España en 16 días sin pagar en los trenes")

Prejuicios

Dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, para la palabra prejuicio: "Opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal".
Con respecto al mundo de las personas sin hogar hay muchos prejuicios, muchas personas -"buenas personas"- que, sin conocer bien esa realidad, a las personas que la habitan, juzgan sin saber. 
Por eso opinan que "todas las personas sin hogar son vagos, borrachos, drogadictos, mala gente, sucios, ladrones, pedigüeños, gente miserable..."
Los prejuicios, con frecuencia, sirven para señalar a las personas ignorantes, aquellas que ignorando mucho pretenden conocerlo todo. 
Los prejuicios son muy amigos de las generalizaciones: "todos los gitanos son ladrones", "todos los inmigrantes vienen a aprovecharse", "todas las personas que han estado en la carcel son irrecuperables"... y como las generalizaciones, siempre son injustos. 
Los prejuicios se contagian como los piojos, saltan rápidamente de una cabeza a otra, se extienden fácilmente como una peste.
No será fácil destruir los prejuicios que existen sobre las personas sin hogar. 
Habrá que luchar mucho.
Empezando por las cabezas y los corazones de las propias personas sin hogar que, muchas veces, acaban haciendo suyos los prejuicios de la sociedad que les rechaza, o creándose los suyos propios sobre si mismos o sobre otras personas.
"No juzgues y no serás juzgado", decía aquél al que crucificaron por decir verdades como puños.
Y tu... ¿qué piensas sobre los prejuicios?

Centro de Día "Luz y Sal"

Que sepa la gente si, que sepa quienes somos en verdad los acogidos aquí.
Somos gente igual que tu, con nuestros problemas y adicciones, con nuestras risas, con días buenos y días malos, con amigos, incluso algunos con familia.
Solo con una diferencia: nosotros somos los sin techo.
La mayoria hemos dormido en la calle alguna vez, y si no en los alberges -gracias- tambien de okupas, etc...
Pero no pienses nunca que somos gente sin principios y sin cultura.
Unos sabemos más que otros compañeros, pero convivimos una buena parte del día en este centro de día, Luz y Sal.
Aquí nos ayudan y nos enseñan a afrontar la vida y los problemas con más ilusión y sabiduria. Nos enseñan a respetarnos unos a los otros, a dejar los malos habitos, a luchar por volver a tener y ser algo en la vida, a dejar los malos pensamientos y a valorarnos.
En fin esta labor que realizan tanto profesionales, como la educadora Victoria y Menchú la trabajadora social, con todo su equipo de voluntarios y las Hermanas de la Caridad, las cuales capitanea Sor Carmén, la que te abre la puerta por las mañanas, te da los buenos días y de camino te pone firme y a preparar el desayuno, con su gracia y simpatía caracteristica.
Todos hacen una gran labor social que es muy, pero que muy de agradecer.
Un saludo tambien para la limpiadora.
Para todas estas personas que hacen esto posible: Bravo!, seguir así por mucho tiempo.
Chapó y Muchas Gracias.
Juanlu

La vida de Miki (última parte)

Despues de un verano loco el cuerpo dijo basta y cai enfermo. Me tuvieron que ingresar en el hospital y me pasé mes y medio ingresado.
La noche del 14 de Diciembre nunca se me olvidara, pues los medicos me dijeron que no contaban conmigo.
La verdad es que estaba francamente mál, yo lo sabia, y queria que todo se acabara esa noche.
La sorpresa fue cuando desperte y me di cuenta de que estaba vivo, no me lo podia creer.
Entonces fue cuando decidi que nunca más volveria a beber y bueno ya llevo 5 meses sin probarlo, y tampoco ninguna otra sustancia.
Las cosas estan cambiando mucho, para bien. Me estoy recuperando fisicamente y eso es muy importante. Y lo principal es que estoy contento conmigo. He recuperado todo el peso que perdi y me encuentro muy animado.
Mis hermanas, mi hijo, familiares, amigos y esa gente tan maravillosa que me ha ayludado estan contentos, y eso ya es mucho.
Recuperar la confianza de la gente en tan poco tiempo no es nada facil , pero yo por suerte lo he conseguido.
Sigo tocando la guitarra y cantando, pero con una diferencia: que ahora el dinero que gano me dura mucho, pues gasto menos al no tener vicios malos.
Por eso me voy a permitir daros algunos consejos: NO RENDIRSE NUNCA. Por muchas cosas malas que te hallan pasado.
EL PASADO PASADO ESTA, mira hacia delante y levanta la cabeza, nunca más la lleves agachada, lucha y siente bien contigo mismo y con los demás .
Aprende a vivir en la tranquilidad, sin odios ni rencores y con amor. Primero hacia ti mismo, así podrás querer a los demas.
No se lo que me deparara el futuro, solo se que deberia estar muerto y estoy vivo.
Pienso de una manera más positiva e intentaré aprovechar al maximo esta oportunidad que me ha dado la vida.
Todos tenemos problemas y  nos cuesta afrontarlos, no te escondas tras una sustancia dañina sea cual sea .
La primera batalla la he ganado pero la lucha continuara siempre. Esto solo ha hecho que empezar.
Quiero dar las gracias a todos los que habeis hecho posible mi recuperación, fisica, personal y mental. Y a todos los que hayais leido mi historia.
A mi hijo, hermanas, familiares, Centro de día Luz y Sal, albergues de Capuchinos y Hospitalarios, medicos y ats del puerta del mar, CTA , ARCA, y a todas las personas con las que he compartido algun momento de mi vida. Amigas y amigos, mujer, novias, etc.:
ESTO NO ES UN ADIOS. DECIRME HASTA  LUEGO.
¿FIN?
Miki



La vida de Pato Donnald


Cuando era pequeño tuve una mala experiencia con mis padres. Se ponían muy mal con la bebida, se peleaban, se sacaban cuchillos y armas, y eso para mi era muy malo.
Pero yo aprendi de ellos, entonces yo me meti en el mundo de la droga. Estaba super enganchado.
Eso era en las tres mil viviendas, las vegas. Yo empece a meterme con catorce años por culpa de mis padres y mi hermano. Cuando cumplí los dieciocho años ya estaba harto de tanta porqueria.
Conoci a una chavala y me ajunte con ella un tiempo. Luego nos separamos, ella en su casa y yo en la mia. Tuvimos un niño. Ella se vino a Sevilla una temporada y vió que no le parecia bien lo que yo hacía. Siempre estaba en peleas y la droga fue lo que hizo que me pusiera agresivo.
Luego nos bajamos los tres para Barcelona y ahí vino lo peor porque ella me daba mucha libertad y yo me aprovechaba de la oportunidad y siempre estaba liao con la droga.
Llegó un momento que le faltaba el respeto a ella y su familia, pero dentro de lo que cabía era buena conmigo.
Dejé la droga un tiempo porque ingresé en un centro que se llamaba Betel. Estuve un año y medio. Cuando salí volví a caer otra vez. Entonces ella vió ella que no cambiaba y llego un momento en que ella pasaba de todo. Me quería como era pero en el fondo yo notaba que no estaba bien, porque era un nervio. Me dejó una temporada y al cabo de la semana me llamó para que volviera con ella. Pero vió que yo seguia igual, y estando con ella me metieron preso y ya no queria estar conmigo.
Entonces yo me veía muy solo porque cuando se esta ahí dentro se pasa muy mal.
Cuando salí de la prisión cobré el paro de carcelacion y me lo fundi todo.
Estaba durmiendo en la calle, en porterias, en los altillos y en azoteas, tambien en parques, bocas de metro,en bancos y cajas de ahorros.
Luego estuve en Madrid y era imposible dormir en los albergues porque siempre estaban llenos. Me espere una semana para poder entrar y como veía que no podía ser me tenía que quedar en la calle.
Entonces me tuve que ir a Granada. Ahí dormí en un albergue. Estaba allí una semana o quince dias. Luego, cuando me fuí del albergue me quede junto a la carcel de tercer grado, me hice una chabola y pase allí medio invierno.
Despues me fuí a Jaén. Alli estuve tres dias y conocí a una amiga que me decia que me fuera con ella y yo le dije que no porque había tenido una mala experiencia con la que yo estaba. Despues me fuí a Córdoba. Estuve una semana en el albergue. Luego fuí a Jerez y me quedé durmiendo en los dos albergues. Despues me quedé una semana en San Fernando y ya me vine a Cadiz.
Aquí hice una vida un poco regular porque tambien he estado en una casa de okupa. Luego me fuí para el albergue de los Caballeros Hospitalarios, pero cuando sali de allí me encontré de nuevo en la calle y me tuve que ir a dormir a La Caleta, hasta que encontre otra casa de okupa. Ahí me quedé hasta que me echaron y pude venir al Centro Luz y Sal.
Desde que entré aqui he visto la vida de otra manera. He llegado a ver las cosas diferentes y aqui me estan ayudando bastante y por eso estoy muy agradecido, porque veo que voy a tener futuro en la vida, hacer las cosas bien hechas para el dia de mañana y tener algo.
Ya no quiero ser la persona de antes porque quiero coger un camino en condiciones, seguir palante y hacer una vida nueva.

La vida de Miki (3ª parte)

Llego el momento en que mi padre empeoro y murió, y  todo empezo a cambiar.
A pesar de todas las cosas ocurridas entre mi padre y yo, era mi padre y lo quería, y fuera parte también, habia sido mi amigo. Compartí con el algunas cosas y noches buenas. Saliamos los dos juntos  y le gustaba estar conmigo.
Paso un tiempo y mi madre tambien enfermó. La enfermedad cada vez iba a más, y mi madre se fue consumiendo como una vela. Entre mis hermanas y yo la cuidamos todo lo que pudimos, pero no se pudo hacer nada y murió.
Yo sabía de antemano que cuando ella faltara empezarían a venir muchos problemas y que perdería la casa donde vivía con ella. Cogí un dinero que me ofrecio la dueña, pues era una casa de alquiler.
Me fuí a Canarias, a Lanzarote, a Playa Blanca un pueblecito muy bonito. Allí no conocía a nadie pero me fue fácil hacerme rapidamente de un grupo muy bueno de amigos.
En el tiempo que estuve allí, España gano la Eurocopa y la celebracion fue digna de recordar. También canté con mi inseparable guitarra en varios restaurantes, y en la playa con los amigos. Sacaba algo de dinero cantando, pero gastaba mucho y, claro, se termina.
Así que me tuve que venir a Cádiz, y empezo el calvario, el ir de un lado para otro, de casa en casa. Hasta de okupa estuve.  También dormí una temporada en la playa. Tenía mi tienda de campaña y, dentro de lo malo, no estaba tan mál.
Pero ya estaba bebiendo en exceso y no controlaba.
Eché mano de la guitarra y empeze a tocar por las terrazas de los bares. Al principio ganaba poco, me conformaba con tener para la cerveza, el tabaco y otras sustancias.  Pero llegó el momento en que toque fondo y no me lo pense más.
Me fui a un centro religioso, "Reto" de Cordoba, y estuve tres meses. Luego me fuí a uno de la Junta, Fadais, en Cartalla, Huelva, pero a los tres meses y medio tambien me fui.
En verdad me fuí para recuperarme un poco fisicamente y quitarme de la calle una temporada. Mi verdadero proposito no era dejar el alcohól.
Pase un año buscandome la vida muy bien con la guitarra. Le cogí el truco y tocaba al medio dia y por las noches tambien. Fuera parte me vino el salario social y alquile una habitación.
Pero todo lo que ganaba, que no era poco, me lo gastaba en lo mismo: el alcohól.
Hasta que a finales de Noviembre el salario se termino, me lo gaste todo y me volvi a ver en la reonda calle.
(Continuará)
Miki   

Otra Visión de Cádiz

(Impresiones de un recorrido turístico por Cadiz)
Conocer Cadí desde la perspectiva de la altura del autobús, del tour turístico por la ciudad.
Salida desde la Catedral, bordeando toda la ciudad antigua, así como el paseo marítimo y vuelta desde nuestro hotel Victoria.
Algo que no me imaginaba, las vistas que se aprecian desde la altura de mi sillon en dicho autobus.
Lo cual, amenizado con musica de camara en los auriculares, es algo la verdad fantastico.
Lo mismo que el comentario turistico del guia.
Esa sensacion de turista es agradable sentirla asi como la documentacion del guia. Muy constructivo todo...
...hasta que te apeas del autobus y vuelves ha ser el ciudadano de a pie, pobre, sin techo.
Asi es la vida para ricos y pobres.
Os invito a participar en el tour cuando podais.
 Andrés

Despedida a un gran amigo (para Miki)

Éramos jóvenes, soñadores, fuertes, orgullosos.
Pero habia un enemigo entre los dos.
No era muy fuerte ni muy grande, pero, al fin, incluso con nuestra fuerza, nos ganó.
Su nombre no se me olvida, se llama alcohol.
Para que veáis que fuerza tiene.
Risas, alegrías, buenas fiestas y juerga... todo para, al final, terminar con resacas, mal estar, mal aliento.
Nos habíamos pasado otro día de felicidad y otra vez a coger la guitarra, meternos al bar y empezar a beber de nuevo. Esa es la rutina diaria.
Igual que el mendigo que está en la calle pidiendo y todo el mundo lo mira. A nosotros nos miraban diferente porque vamos limpios y aseados. Pero, al final, somos como ellos.
Quiero despedirme de ese amigo porque el tiempo que hemos estado juntos he aprendido de él, me ha enseñado nuevos caminos, nuevas emociones.
Y le deseo que vuelva pronto. Aquí estaremos esperándolo con las puertas abiertas.
Estoy contento porque, con lo fuerte que es el alcohol, con la fuerza que tiene, nosotros hemos podido vencerle. Ahora si que somos felices y estamos contentos.
Un abrazo muy fuerte de un amigo y admirador tuyo.
Suerte con tu nuevo camino, cuídate.
Te apreciamos.
Con todo el amor del mundo.
Juan

La vida de Miki (2ª parte)

Pero se metió por medio el carnaval, y mi mujer y yo empezamos a distanciarnos.
Empecé a beber más y más y al final se estropeó todo.
¡¿Qué esperaba?!
Vino la separación y perdí la mujer, el hijo y la casa.
Volví a embarcarme pero ya no estaban mis tíos y la compañía no era la misma. Ahí bebía todavía más.
Aunque era muy bueno en mi trabajo -no solo en éste sino en todos- siempre llegaba el alcohol y lo estropeaba todo. Fui ayudante de cocina, de contramaestre en cubierta, de maquina, pañolero, bodeguero, calificador, empacador de cajas y cargaba y descargaba los túneles de marisco. En fin que sabía hacer casi todo.
Por todo ello, la empresa me dio una oportunidad y si no bebía seguiría trabajando.
Así lo hice durante una buena temporada, pero cuando llegaba a tierra me lo bebía todo, me gastaba el dinero fácilmente. Aunque hacia cosas buenas, pero también gastaba mucho en alcohol, prostitutas...¡ y qué se yo!
Tuve varias relaciones con otras mujeres, entonces fue cuando conocí a Lourdes, de Puerto Real.Y como no, fui a conocerla en un barco, en la discoteca del JJ.SISTER.
La verdad es que me entro muy fuerte por ella, tenia algo especial y me gustaba mucho, tanto que para estar con ella todos los días no solo los fines de semana, me compre una moto de 5 marchas, yo que de niño no tuve ni bicicleta.
¡Ay madre, que lío!.
El primer día que me la dieron, estuve desde por la mañana hasta la noche cogiéndole el truco.Y por la noche me colé en Puerto Real a buscar a mi querida Lourdes.
A ella le gusto la moto y se montó conmigo del tirón, yo no se quien estaba más loco si ella por montarse o yo por dejarla. Pero, bueno, no pasó nada malo. La verdad es que pronto le cogí el truco y paseábamos con ella por toda la provincia.
Estuvimos nueve meses viviendo juntos en su casa, pero yo seguía bebiendo cada vez más y claro, ella termino hartándose y rompió la relación. Normal.
Lo pase muy mal durante un tiempo, pero conocí y estuve con otras mujeres hasta que llego otra mujer de bandera. Se llamaba Meche era rubia y tenia un cuerpo 10 pero Merché solo quería una aventura de mes y medio.
Fue a todo gas y muy alocadamente pero la verdad es que me lo pase de categoría.
Al poco tiempo mi padre murió y todo empezó a cambiar...
(Continuará)
Miki

La música de mi país, Senegal

Ismael Lo, nos cuenta en sus canciones como es la vida en África, sus culturas, sus costumbres y religiones.
Este cantante quiere que África salga adelante y mejore su situación tanto económica como su calidad de vida, que el trabajo sea pagado justamente y no haya tantas injusticias y explotaciones.
Nuestro continente es rico en la pesca, en cultivos, en petróleo y minas de diamantes. Solo que los que explotan el continente son los países poderosos.
Ellos se quedan con lo mejor y con las riquezas y a nosotros nos dan una miseria.
Esperemos que algún día las cosas cambien a mejor...




Moudu Dione

El Caballero de la Armadura Oxidada

Este libro de Robert Fisher es un vivo reflejo de la vida misma y de las vivencias que a la gran mayoría de la gente nos pasa a lo largo de nuestra vida.

En mi caso, me veo no solamente identificado con el caballero del libro, si no que también, tengo algunos puntos en común con su autor y ciertas vivencias de éste. Con lo cual me resulta más fácil entenderlo.

Es verdad en esta vida que llevamos o queremos llevar, hay muchos momentos en que nos ponemos la armadura para protegernos de los demás y de los problemas que vamos encontrando en nuestro camino, siempre intentamos coger por el camino más corto pues creemos que es el mejor y la gran mayoría de las veces tendemos a equivocarnos. 

Pensamos como el caballero que somos los mejores y que podemos estar por encima de los demás, incluso que nunca nos hace falta ayuda de nadie y todo lo podemos resolver solos. Pues lo cierto es que no es así,  siempre hay que pensar que la ayuda que te brindan otras personas, independientemente de cuales sean tus problemas, es muy importante e incluso indispensable.

Para darnos cuenta de las cosas, a veces nos hace falta mucho tiempo y tropezar una y otra vez con la misma piedra, solo así al final terminaremos pidiendo ayuda. No te de vergüenza ni reparo, si te vez apurado o estas en una situación delicada o incomoda en la vida, déjate ayudar y escucha bien los consejos de la gente buena que te quiere y puede ayudar, así puede que algún dia venzas a tus miedos y a tus dragones y se te caiga tu armadura.

VERAS LA VIDA DE OTRO COLOR. 

Juanlu

Comentarios Callejeros


Hola Chano, buenos días tío.
Buenos tengamos pues.
Oye ¿Tu ha escuchao algo de la Pepa?
Yo si como no.
Pues dime quien es esa famosa Pepa.
Mira picha la Pepa es la mujer de Pepe, si la del nº 3, la gordita de gafas del 2º piso, la que hace las tortillas de camarones tan buenas
¡Ah! ¿Esa es la famosa Pepa? pues yo creía que era alguien o algo muy importante tío, con tanto bombo como le están dando en el diario y los medios de comunicación…
¡Que va hombre! tu hazme caso a mi, que yo pa eso soy un fenómeno.
Bueno pues yo no estoy muy convencio de lo que dices, vamo a pregunta a la gente de la calle a ver si saben quien o que es…
Oye Carmelo ¿ tu sabes quien es la Pepa?
Hombre, yo si. Es un acontecimiento muy importante para nuestra ciudad. Conmemora el Bicentenario de las Cortes de Cádiz en 1812 y dicen que traerá mucho turismo y trabajo para Cádiz. Que la ciudad se vera muy beneficiada por ello, la hostelería, los hoteles, los comercios to er mundo va a tener trabajo picha, se acabo la crisis.
Con Zapatero noooooo, pero con el Ayuntamiento de Cádiz Siiiiiii…..
¡Genial!
Da buten tío .
HASTA LUEGO.

Juanlu

Miras... pero no ves. Observas... pero no prestas atención.

Sólo aquel que pasa su tiempo buscando cómo pasar el tiempo sabe lo que significa estar un día festivo en la calle... Aquellos que salen de un albergue temprano, sobre las siete y media u ocho de la mañana, así como los que han pasado la noche en la Plaza Mina, o la Plaza de España, o en la Plaza de las tortugas... o en tantas otras, o en la Caleta, pueden testificar de primera mano lo que es un día festivo SIN TENER DÓNDE METERSE: las bibliotecas no abren, los centros de día tampoco, el comedor da bocadillos (y muchas gracias, hacéis un gran bien, gracias a Dios); es el arte de BUSCARTE LA VIDA.
Si escribiéramos una guía sobre los sitios donde refugiarte cuando la soledad te sobrepasa, realmente sería público que no hay tanta verdad en el dicho de "Dios los cría y ellos se juntan"... ¿A que nunca has visto un grupo de ocho o diez personas alegremente conversando que se metan en el hospital a pasar la tarde, para no mojarse cuando llueve? Es porque aquel que está 'buscándose la vida' en la calle sabe que "dar el cante" de esa forma no es conveniente; vamos entrando de uno en uno, con un saludo tímido cuando nos cruzamos, para que no se note que no tenemos REALMENTE dónde meternos para pasar el resto del día. Es muy posible que alguna vez hayas reparado en aquel señor que lleva cuatro horas en el sofa del pasillo de la cuarta planta, sin levantarse... Quizá te hayas preguntado: "¿es que la persona a quien viene a visitar está durmiendo, o está en cuidados intensivos?" Con un poco de imaginación, te darás cuenta que es el mismo que días atrás estaba pidiendo en la iglesia de San Antonio... Como es festivo, la gente no pasa por allí, así que... ¿para qué pasar frio?
¿Sabes? algunas veces... LA MAYORÍA DE LAS VECES... Si tan sólo le dices "buenas tardes", te contestará con una sonrisa... Porque él SÍ TE RECUERDA... Tantas horas en la calle, mirando las caras de la gente, te llevan a "conocer" a todos.

No es un "tienes veinte céntimos" más... Es una persona que lo pasa mal, como tú; es alguien que tiene sus problemas, como tú; es alguien a quien le gusta mirar la serie de moda en la tele, como a tí... CON UNA DIFERENCIA: no tiene dónde meterse, para ver la tele... ni para dormir la siesta... No tiene alguien que le espera en casa, porque NO TIENE CASA... ¿a lo mejor se lo merece? ¡BUENO!

Tan sólo quiero pedirte una cosa: la próxima vez que lo... QUE ME veas, salúdame; nadie necesita más una sonrisa, que aquel que ya no tiene ninguna...

Miki nos cuenta su vida (1ª parte)

Me llamo Miki, y voy a contaros mi historia.
Cuando era pequeño tenía sueños como todos los crios. Uno de ellos era la música. La guitarra y el cante eran un referente importante.
Las mujeres fueron apareciendo en mi vida conforme fuí siendo más mayor y la verdad es que tenía mucho exito con ellas.
Mi familia era, económicamente, de tipo medio aunque rica en otras muchas cosas.
Tuve algunos problemas con mi padre a cuenta de la bebida, pues se volvía violento con los que más quería y conforme fuí más mayor tuve sus más y sus menos con él. Pero después de todo era mi padre y yo lo quería y él a mi y a los demás.
Cuando empecé a espabilarme fuí monaguillo de la Catedral Vieja de Cádiz, después repartí flores y vendí juguetes, entre otras muchas cosas, con lo cual empecé a manejar dinero muy pronto. Eso me ayudaba a la hora de comprarme ropa y salir con las niñas, ir al cine, pasear, tomar un refresco en un bar o comprar las botellitas para ir a la plaza donde nos reuníamos unos cuantos amigos.
A los 14 años comencé a probar la cerveza y el alcohol, a fumar porros y consumir muchas cosas más: pastillas, coca, heroina...
Entonces también aprendí a tocar la guitarra y a cantar.
Las cosas iban bien, pero empecé a abusar de ciertas sustancias y opté por salir de aquello.
Con 16 años me fui a la mar con mis tios que eran patrones de pesca en congeladores. Pescábamos gambas y marisco, en las costas de Angola. Allí aprendí mucho y eché una mano en casa.
Las cosas iban bien, pero llegó el servicio militar y tuve que dejarlo todo.
Hice la mili en San Fernando, y hasta tuve suerte pues me metí en la banda de música y estaba muy bien al lado de casa y con muchos permisos.
Mi padre ya estaba enfermo y como cobraba poco cuando yo tenía trabajo, me iba de permiso y trabajaba con una empresa de grabación de reportajes en video de bodas y otras celebraciones, y también me saqué un buen dinerito.
Pero el alcohol siempre estaba ahí, conmigo, cada vez con más fuerza. Había logrado dejar otras sustancias, pero el alcohol no.
Conocí por entonces a la que sería mi mujer y no terminé la mili pues ella se quedó embarazada y me dieron un permiso especial.
Entonces ya tenía trabajo en la construcción. Primero empecé de peón y pintando, y al poco tiempo ya era oficial de segunda.
Estuve unos cuantos años viviendo un poco más tranquilo. El niño por medio, la casa, mi mujer. Todo parecía ir mejor.
(Continuará)
Miki

Una mirada en la calle

A veces, pasas por la calle y ves a una persona sin hogar, durmiendo en un cajero, sentada en un banco, en el suelo pidiendo una limosna...
¿Cómo es tu mirada?
¿Te preguntas quién será esa persona?
¿Cómo será su vida?
¿Cómo habrá llegado hasta esa esquina?
O simplemente miras para otro lado.
Te molesta su imagen.
Tal vez ya lo sabes todo de esa persona: "Bah! un borracho! (o un drogadicto, o un vago, o...)".
¿Para qué molestarte en hacerte preguntas?
¿Por qué ibas a ponerte en su pellejo?
A veces, tu mirada de desprecio, de asco, de rechazo, de miedo hiere como un cuchillo a esa persona, la hunde más en su soledad, en su aislamiento, en su tristeza, en su abandono.
Y siempre te olvidas de que es una persona, que siente como tu, que sufre como tu.
Y, a veces, incluso disfruta como tu.
Cuando el sol calienta su cuerpo, cuando alguien le dirige una palabra de aliento, le mira con respeto, le da una mano para levantarse.

El Sofio



Juan, El Sofio, se ha recorrido toda España y parte del extranjero, y conoce bien la calle.
En otras entradas de este mismo blog nos cuenta algunas historias recogidas en ese caminar por el mundo.
Mientras tanto, nos deja una muestra de su música, que habla de su corazón y sus sentimientos, y es su compañera en tantos momentos difíciles.

 PINCHANDO AQUI puedes conocer su blog personal  y escuchar más canciones suyas.