Prejuicios

Dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, para la palabra prejuicio: "Opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal".
Con respecto al mundo de las personas sin hogar hay muchos prejuicios, muchas personas -"buenas personas"- que, sin conocer bien esa realidad, a las personas que la habitan, juzgan sin saber. 
Por eso opinan que "todas las personas sin hogar son vagos, borrachos, drogadictos, mala gente, sucios, ladrones, pedigüeños, gente miserable..."
Los prejuicios, con frecuencia, sirven para señalar a las personas ignorantes, aquellas que ignorando mucho pretenden conocerlo todo. 
Los prejuicios son muy amigos de las generalizaciones: "todos los gitanos son ladrones", "todos los inmigrantes vienen a aprovecharse", "todas las personas que han estado en la carcel son irrecuperables"... y como las generalizaciones, siempre son injustos. 
Los prejuicios se contagian como los piojos, saltan rápidamente de una cabeza a otra, se extienden fácilmente como una peste.
No será fácil destruir los prejuicios que existen sobre las personas sin hogar. 
Habrá que luchar mucho.
Empezando por las cabezas y los corazones de las propias personas sin hogar que, muchas veces, acaban haciendo suyos los prejuicios de la sociedad que les rechaza, o creándose los suyos propios sobre si mismos o sobre otras personas.
"No juzgues y no serás juzgado", decía aquél al que crucificaron por decir verdades como puños.
Y tu... ¿qué piensas sobre los prejuicios?

Centro de Día "Luz y Sal"

Que sepa la gente si, que sepa quienes somos en verdad los acogidos aquí.
Somos gente igual que tu, con nuestros problemas y adicciones, con nuestras risas, con días buenos y días malos, con amigos, incluso algunos con familia.
Solo con una diferencia: nosotros somos los sin techo.
La mayoria hemos dormido en la calle alguna vez, y si no en los alberges -gracias- tambien de okupas, etc...
Pero no pienses nunca que somos gente sin principios y sin cultura.
Unos sabemos más que otros compañeros, pero convivimos una buena parte del día en este centro de día, Luz y Sal.
Aquí nos ayudan y nos enseñan a afrontar la vida y los problemas con más ilusión y sabiduria. Nos enseñan a respetarnos unos a los otros, a dejar los malos habitos, a luchar por volver a tener y ser algo en la vida, a dejar los malos pensamientos y a valorarnos.
En fin esta labor que realizan tanto profesionales, como la educadora Victoria y Menchú la trabajadora social, con todo su equipo de voluntarios y las Hermanas de la Caridad, las cuales capitanea Sor Carmén, la que te abre la puerta por las mañanas, te da los buenos días y de camino te pone firme y a preparar el desayuno, con su gracia y simpatía caracteristica.
Todos hacen una gran labor social que es muy, pero que muy de agradecer.
Un saludo tambien para la limpiadora.
Para todas estas personas que hacen esto posible: Bravo!, seguir así por mucho tiempo.
Chapó y Muchas Gracias.
Juanlu

La vida de Miki (última parte)

Despues de un verano loco el cuerpo dijo basta y cai enfermo. Me tuvieron que ingresar en el hospital y me pasé mes y medio ingresado.
La noche del 14 de Diciembre nunca se me olvidara, pues los medicos me dijeron que no contaban conmigo.
La verdad es que estaba francamente mál, yo lo sabia, y queria que todo se acabara esa noche.
La sorpresa fue cuando desperte y me di cuenta de que estaba vivo, no me lo podia creer.
Entonces fue cuando decidi que nunca más volveria a beber y bueno ya llevo 5 meses sin probarlo, y tampoco ninguna otra sustancia.
Las cosas estan cambiando mucho, para bien. Me estoy recuperando fisicamente y eso es muy importante. Y lo principal es que estoy contento conmigo. He recuperado todo el peso que perdi y me encuentro muy animado.
Mis hermanas, mi hijo, familiares, amigos y esa gente tan maravillosa que me ha ayludado estan contentos, y eso ya es mucho.
Recuperar la confianza de la gente en tan poco tiempo no es nada facil , pero yo por suerte lo he conseguido.
Sigo tocando la guitarra y cantando, pero con una diferencia: que ahora el dinero que gano me dura mucho, pues gasto menos al no tener vicios malos.
Por eso me voy a permitir daros algunos consejos: NO RENDIRSE NUNCA. Por muchas cosas malas que te hallan pasado.
EL PASADO PASADO ESTA, mira hacia delante y levanta la cabeza, nunca más la lleves agachada, lucha y siente bien contigo mismo y con los demás .
Aprende a vivir en la tranquilidad, sin odios ni rencores y con amor. Primero hacia ti mismo, así podrás querer a los demas.
No se lo que me deparara el futuro, solo se que deberia estar muerto y estoy vivo.
Pienso de una manera más positiva e intentaré aprovechar al maximo esta oportunidad que me ha dado la vida.
Todos tenemos problemas y  nos cuesta afrontarlos, no te escondas tras una sustancia dañina sea cual sea .
La primera batalla la he ganado pero la lucha continuara siempre. Esto solo ha hecho que empezar.
Quiero dar las gracias a todos los que habeis hecho posible mi recuperación, fisica, personal y mental. Y a todos los que hayais leido mi historia.
A mi hijo, hermanas, familiares, Centro de día Luz y Sal, albergues de Capuchinos y Hospitalarios, medicos y ats del puerta del mar, CTA , ARCA, y a todas las personas con las que he compartido algun momento de mi vida. Amigas y amigos, mujer, novias, etc.:
ESTO NO ES UN ADIOS. DECIRME HASTA  LUEGO.
¿FIN?
Miki



La vida de Pato Donnald


Cuando era pequeño tuve una mala experiencia con mis padres. Se ponían muy mal con la bebida, se peleaban, se sacaban cuchillos y armas, y eso para mi era muy malo.
Pero yo aprendi de ellos, entonces yo me meti en el mundo de la droga. Estaba super enganchado.
Eso era en las tres mil viviendas, las vegas. Yo empece a meterme con catorce años por culpa de mis padres y mi hermano. Cuando cumplí los dieciocho años ya estaba harto de tanta porqueria.
Conoci a una chavala y me ajunte con ella un tiempo. Luego nos separamos, ella en su casa y yo en la mia. Tuvimos un niño. Ella se vino a Sevilla una temporada y vió que no le parecia bien lo que yo hacía. Siempre estaba en peleas y la droga fue lo que hizo que me pusiera agresivo.
Luego nos bajamos los tres para Barcelona y ahí vino lo peor porque ella me daba mucha libertad y yo me aprovechaba de la oportunidad y siempre estaba liao con la droga.
Llegó un momento que le faltaba el respeto a ella y su familia, pero dentro de lo que cabía era buena conmigo.
Dejé la droga un tiempo porque ingresé en un centro que se llamaba Betel. Estuve un año y medio. Cuando salí volví a caer otra vez. Entonces ella vió ella que no cambiaba y llego un momento en que ella pasaba de todo. Me quería como era pero en el fondo yo notaba que no estaba bien, porque era un nervio. Me dejó una temporada y al cabo de la semana me llamó para que volviera con ella. Pero vió que yo seguia igual, y estando con ella me metieron preso y ya no queria estar conmigo.
Entonces yo me veía muy solo porque cuando se esta ahí dentro se pasa muy mal.
Cuando salí de la prisión cobré el paro de carcelacion y me lo fundi todo.
Estaba durmiendo en la calle, en porterias, en los altillos y en azoteas, tambien en parques, bocas de metro,en bancos y cajas de ahorros.
Luego estuve en Madrid y era imposible dormir en los albergues porque siempre estaban llenos. Me espere una semana para poder entrar y como veía que no podía ser me tenía que quedar en la calle.
Entonces me tuve que ir a Granada. Ahí dormí en un albergue. Estaba allí una semana o quince dias. Luego, cuando me fuí del albergue me quede junto a la carcel de tercer grado, me hice una chabola y pase allí medio invierno.
Despues me fuí a Jaén. Alli estuve tres dias y conocí a una amiga que me decia que me fuera con ella y yo le dije que no porque había tenido una mala experiencia con la que yo estaba. Despues me fuí a Córdoba. Estuve una semana en el albergue. Luego fuí a Jerez y me quedé durmiendo en los dos albergues. Despues me quedé una semana en San Fernando y ya me vine a Cadiz.
Aquí hice una vida un poco regular porque tambien he estado en una casa de okupa. Luego me fuí para el albergue de los Caballeros Hospitalarios, pero cuando sali de allí me encontré de nuevo en la calle y me tuve que ir a dormir a La Caleta, hasta que encontre otra casa de okupa. Ahí me quedé hasta que me echaron y pude venir al Centro Luz y Sal.
Desde que entré aqui he visto la vida de otra manera. He llegado a ver las cosas diferentes y aqui me estan ayudando bastante y por eso estoy muy agradecido, porque veo que voy a tener futuro en la vida, hacer las cosas bien hechas para el dia de mañana y tener algo.
Ya no quiero ser la persona de antes porque quiero coger un camino en condiciones, seguir palante y hacer una vida nueva.