Busca la paz

Mi experiencia en la calle fue muy buena, siempre la he llevado con esperanza y paciencia.
En resumen, ha sido buena y al mismo tiempo desagradable.
Fueron innumerables las veces buscando un sitio para dormir, deambulando de ciudad en ciudad.
La necesidad me obligaba a robar en los supermercados el alimento necesario para comer, de manera que si me pillaban  me dejaban marchar.
Siempre fui de honesto por las vías, lugares donde encontré muchas personas que les gustaba hablar conmigo bien sea por dar valor a ser un nómada o bien porque ellos sentían alguna envidia.
A lo largo de mis rutas me he encontrado con chicos e chicas que estaban en peor situación que yo.
-Me siento excluido reprimido
-Quiero morir
-No quiero hacer nada
-No soy digno de dios
-No! No creo en dios
-Si existe, ¿por qué estoy aquí?
-¿Por qué se ha venido todo abajo?
-¿Por qué he perdido la familia?!!
La sociedad nos impone, no nos propone.
La ciudadanía es esclava de los ideales, del consumismo, la imagen, el poder, etc.Yo lo llamo capitalismo. De manera que la educación pierde terreno, dando lugar a conceptos erróneos, creando ambiciones artificiales en las personas.
Me pregunto cómo lo pasaran aquellos seres humanos que por algún motivo se encuentran vagando por las calles sin saber aguantarse en pie y recibiendo miradas de pena, asco o compasión , que te dejan en un estado peor.
Cuando nos duele damos la espalda.
Creo que debemos ofrecer lo que está a nuestro alcance.
La calle me ha enseñado mucho, sobre todo a mirar a los que no tienen nada, ni siquiera una gota de agua limpia que mate su sed.
Al sufrimiento hay que tratarlo con mano de enfermera, para no aumentarlo cuando tratamos de aliviarlo. El que habla de ordinario no sufre cuando lo hace, y es peligrosamente fácil herir a quien ya está herido, por muy  buena intención que tengamos, con palabras y gestos de duelo. Quien no sufre no tiene derecho a ir a consolar al que sufre; y quien sufre... ¿dónde encontrara para los demás las palabras y acciones que el mismo necesita?
La calle es el cielo, la calle es una galería donde algunos observan con pasión mientras otros están llenos de arrogancia y prepotencia, alejándose de una realidad que existe y con un orgullo estúpido e inhumano que es el de juzgar sin pararse a pensar y a juzgarse el mismo. Son estas personas las que destrozan las paredes de alguien que construyo con amor.

Juan Diego

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