Alfredo Gavilán Moreno, nacido en Córdoba el 26 de septiembre del 1953, nos cuenta en esta entrevista algunas de sus experiencias vitales y sus andaduras durante los últimos 25 años que ha estado sin hogar.
Alfredo es una persona tranquila, pacifica, reservada y con un gran espíritu de superación.
Actualmente se encuentra acogido en el centro "Luz y Sal" para mejorar a nivel personal y social e iniciar una nueva etapa en su vida.
¿Qué vivencias tienes
de la calle?
Bueno mis vivencias
de la calle no son del todo positivas ni tampoco son negativas, en la calle
aprendes a valorar todo lo bueno y malo que se mueve a tu alrededor. La calle
me enseño entre otras cosas a resolver necesidades básicas como
(alimentación, aseo, un techo donde refugiarse para pasar la noche)y
esto me hizo enfocar la vida con más fuerza y darle el valor que realmente
tiene. La calle también te enseña que no hace falta mucho dinero para
satisfacer tus necesidades, qué con mucho menos también se puede vivir.
¿Porque motivos estas
en la calle?
Uno de los motivos podría ser la falta de trabajo, que es
algo fundamental para poder seguir adelante y afrontar la vida con una cierta
seguridad. Cuando falta esa seguridad en uno mismo, la familia, los amigos
etc., casi sin darte cuenta te encuentras en la calle.
¿Mantienes relación
con tu familia?
Actualmente no, hasta el fallecimiento de mis padres me
comunicaban por teléfono y cartas, tras este suceso deje de tener contacto
también con mis hermanos. Ellos están todos casados y yo al ser soltero e
independiente me sentí fuera del ámbito familiar.
¿Qué te impulsa a
seguir adelante?
Hoy en día me impulsa seguir adelante, el conseguir algunos
objetivos que tengo previstos: como, conseguir una plaza en una residencia y
que la solicitud para cobrar el salario social venga aprobada.
¿Cómo crees que te ve
la sociedad?
Creo que la sociedad no te ve con buenos ojos, porque al no
tener trabajo, no tener familia y estar en la calle, estas considerado como un
bicho raro.
¿Qué echas de menos
de tu vida cuando aún tenías hogar?
Bueno echo de menos a la familia, el trabajo, los amigos y
una casa que proporciona seguridad y autonomía que solo se puede encontrar en el hogar.
¿Qué cambiarías de tu
vida pasada para evitar estar en la calle?
Creo que cambiar el pasado es casi imposible, solo se puede
mejorar el presente para poder afrontar el futuro y para evitar la calle solo
hace falta conseguir una vivienda y alguna actividad laboral que te aporte
beneficios para poder mantenerla.
¿Qué cambios ves en
tu vida desde que estas en el centro Luz y Sal?
Bueno desde que estoy en Luz y Sal he notado un cambio muy
importante en mi vida empiezo a valorarme como persona, y también a valorar a
los demás, que es algo que desde hace
mucho tiempo, apenas le daba la importancia que en realidad tiene.
¿Qué valor le retomas
a la vida?
Darle las gracias por enseñarme a recordar algunos valores, cómo el respeto, la
sencillez que los tenía casi olvidaos, y sobretodo poder seguir adelante, con
todos los problemas que se presentan en el camino, también le retomo el valor
de darme fuerzas para no arrojar la toalla y poder seguir luchando.
¿Qué te trabajas
sobre tu valor personal?
Estoy aprendiendo a trabajar la autoestima, yo creo que
saber estimarse un poco más es fundamental para poner en marcha cualquier
proyecto de futuro, lo que te hace más responsable a nivel personal y
colectivo.
Esto de valor personal, me recuerda un poco a los tiempos
del servicio militar donde en alguno de los apartados de la cartilla decía
(valor se supone) yo creo que el haber llegado hasta aquí está más que demostrado.
¿Tus objetivos
futuros tanto a nivel personal y mental?
Bueno mis objetivos futuros no son muchos, aunque soy de los
que creen en el futuro, a nivel personal mi objetivo principal es seguir
siendo una persona, un ser humano con sentimientos y con capacidad para poder
diferenciar lo bueno y lo malo que se mueve alrededor.
Y a nivel mental, dentro de mis posibilidades mi
objetivo sería mantener un equilibrio sano conmigo y con el entorno, para que
el día a día no se convierta en un infierno del que no pueda salir.